Pese a no jugar bien, Defensores Unidos derrotó a Central Córboda de visitante por 1 a 0, con un golazo de Adrián Martínez. Cuando el partido estaba empatado, Figueroa había detenido un penal. Esta es la primera victoria de CADU en Rosario.
Siempre hay una primera vez. Y CADU la tuvo este domingo. Después de 16 presentaciones y de más de 40 años sin poder ganar en Rosario ante Central Córdoba, Defensores Unidos se dio el gusto de romper el maleficio y traerse los tres puntos de la ciudad santafesina, ya que el elenco de Gustavo Puebla ganó por 1 a 0 en el marco de la 27° fecha de la Primera “C”. Quizás a la hora de hablar de merecimientos, el “celeste” se terminó quedando con demasiado premio, ya que no tuvo un buen rendimiento y que el local tuvo varias situaciones para abrir el marcador (incluso un penal que Figueroa le tapó a Gerado Pérez. Defensores Unidos volvió a estar desequilibrado, principalmente a la hora de jugar, donde no tuvo un conductor para abastecer a la dupla Velázquez-Martínez. De todas maneras, durante el primer tiempo el trámite general fue parejo, aunque Central Córdoba tuvo las mejores situaciones de gol (terminó estrellando un tiro en el travesaño). En el complemento, CADU se paró mejor, con el ingreso de Ismael Gómez tuvo un poco más de claridad para contragolpear y Martínez empezó a gravitar más sobre los defensores rivales. De todas maneras, el primero que tuvo la gran chance de ponerse al frente del marcador fue el local, con el penal sancionado a los 11 minutos (por una mano), pero Juan Figueroa contuvo la ejecución de Pérez. Ahí, CADU creció desde lo anímico y se animó a ir en busca de la victoria. Triunfo que se empezó a concretar cerca del cierre, con un pelotazo que capturó Martínez en la medialuna del área y que sacó una tremenda chilena muy esquinada, que se le metió al arquero Romero para el 1 a 0. Enseguida de esa ventaja CADU pudo ampliar el marcador, pero Martínez lo falló abajo del arco. De todas maneras, el elenco de Puebla se mantuvo ordenado en los instantes finales, para bajarle la persiana y romper un maleficio de más de 40 años y traerse 3 puntos, que lo mantiene con una luz de esperanza.
