El plan de eficiencia, que se busca que se trate en el Congreso en marzo, contempla la reconversión tecnológica, una gestión de cambios de consumo y la sensibilización de la población.

El Gobierno quiere premiar a usuarios que gasten menos luz y gas, según uno de los ítems en un proyecto de ley que se está terminando de redactar en la Secretaría del área, a cargo de Flavia Royón. La idea es elevar la iniciativa para su tratamiento al Congreso en marzo, ni bien se inauguren las sesiones ordinarias.

El plan de eficiencia del Gobierno tiene varios ejes, que contemplan una reconversión tecnológica, una gestión de cambios de consumo energético, cómo bajar el consumo de energía sin perder confort y por sobre todo la sensibilización de la población con respecto a lo crucial del ahorro de energía.

En el armado de la iniciativa, de acuerdo a lo que afirma Ámbito Financiero, el propósito oficial es “incorporar programas de información y concientización sobre ahorro y eficiencia en todos los niveles: residencias, industrial, edificios públicos”.

En lo que concierne específicamente a los edificios públicos de todo el país se prevén una mejor regulación de la temperatura de climatización; control en climatización e iluminación (ascensores, calderas, otros motores que son ineficientes); apagado de luces ornamentales desde la medianoche; y discusión de criterios de eficiencia en los sistemas de compras del Estado.

Incentivos

La propuesta también incluye un marco normativo para el etiquetado de viviendas y programas de formadores para que puedan certificar. Habrá “incentivos para aquel que ahorre y use eficientemente los recursos”, adelantan en los despachos del gobierno.

La norma en elaboración incluye acciones a implementar en el orden residencial como así también medidas para fortalecer los segmentos de la generación y la distribución.

Las acciones para implementar en el orden federal a nivel residencial consistirán en la identificación de medidas de bajo y moderado costo, de alto impacto en demanda y en emisiones de GEI, con foco en hogares vulnerables; actualización de bloque energético de la Encuesta Nacional de Gastos de Hogares (ENGH); la elaboración de un mecanismo único de cálculo de pérdidas de sistema de distribución; la implementación de sistema unificado de etiquetado de eficiencia energética de viviendas (para residenciales).

Generación y distribución

El proyecto de ley que quiere optimizar el uso de la energía contempla, en cuanto al segmento de la generación, motorizar el desarrollo de nuevos proyectos de generación renovable; reducir la generación forzada; sustituir la generación aislada térmica por renovable; disminuir los costos de generación.

Mientras que las medidas para el fortalecimiento del segmento de la distribución contemplan la estandarización de criterios regulatorios en materia de calidad de servicio, medición de pérdidas, costos de la energía no suministrada e incorporación de nuevas tecnologías.

Los últimos datos oficiales muestran que hasta noviembre pasado las importaciones energéticas de la Argentina sumaron 7.551 millones de dólares, equivalentes a 9% del total de las compras externas, con una suba de 62% respecto de igual periodo de 2021.

La intención de las autoridades del área económica es buscar “el mayor consenso con todos los bloques políticos del Congreso para que el proyecto se trate en comisiones parlamentarias y salga por unanimidad en el recinto”, según señalan.

(DIB) MM