Por Eduardo Rivas – Cuando el otro día hablamos de la Asamblea de Mayores Contribuyentes (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2022/12/27/vale-todo-y-la-rueda-sigue-girando/) nos equivocamos, porque tomamos por válida la lista que el Concejo Deliberante había recibido del Departamento Ejecutivo y, dada la falta de documentación en la página web del Concejo, obviamos el nombramiento de titulares y suplentes.
Era la documentación que no teníamos. Y en consecuencia tampoco contábamos con información respecto a lo que había resuelto el propio intendente:
Por ello cuestionamos la participación de Agustina Amado en la Asamblea, pero efectivamente era correcto que estuviera sentada en el recinto del Concejo Deliberante más allá de la desprolijidad, compartida con otros Mayores Contribuyentes, de haber pedido una licencia, haberse aprobado esta, y participar de la Asamblea.
Dado que fueron varios los que optaron por este proceder, solo quedó en pie la licencia presentada por Juan Ariel Cuenca.
Lo curioso del caso, y que en cualquier Municipio serio ameritaría una denuncia judicial, es que el reemplazo del licenciado no se realizó a través del Decreto de Narnia al que se suele recurrir en el Concejo Deliberante, es decir, pidió licencia un hombre y lo reemplazó una mujer (https://principedelmanicomio.wordpress.com/2022/08/03/es-mentira-que-les-interese-la-igualdad-de-genero/), pero el planteo de la ilegalidad no es la cuestión de género solamente.
Cuando se discutió esta temática en el Concejo Deliberante había dos posturas, quienes creían que el reemplazo debía efectuarse por género y quienes creían que el reemplazo debía realizarse por orden de lista. Sin embargo el pasado jueves Nancy Hernández estuvo sentada en una banca de la Asamblea de Mayores Contribuyentes sin serlo.
Ella es la cuarta mayor contribuyente suplente, y la primera mujer entre estos, sin embargo no podría reemplazar a Cuenca por cuestión de género ya que éste es hombre, cabe preguntarse entonces si reemplazó por orden de lista. Y allí la situación es curiosa ya que antes que Hernández, según el listado decretado por el Intendente Municipal Osvaldo Cáffaro, son mayores contribuyentes suplentes Ramón Rodríguez, Pablo Mozzi y Luis Felker. El cargo de Mayor Contribuyente es una carga pública de acuerdo al artículo 95 de la Ley Orgánica de las Municipalidades. Sin embargo ninguno de ellos presentó una licencia ni una nota informando que no concurrirían, ¿Cómo es entonces que Hernández estaba sentada en el recinto?
Y su voto sirvió para aprobar el aumento de las tasas… parece un chiste, Hernández que padece en El Tatú la ausencia del Estado vota para que el Estado financie un equipo profesional de fútbol y uno de básquet…
Ahora bien, ¿Es válido lo acontecido en el recinto el pasado jueves? ¿Por qué nadie hace un planteo judicial? ¿Por qué nadie saca los pies del plato? ¿Cuál es la clave? Si Hernández no se sentaba en su banca, el oficialismo necesitaba de la UCR y el PRO para poder conseguir quorum, ¿La ‘oposición’ miró para el costado y dejó sentar a Hernández para no mostrarse cómplice del accionar oficialista para el alza de tasas? Ambos bloques sentaron un mayor contribuyente propio, por lo que el quorum de la Asamblea de Mayores Contribuyentes, dada la ilegalidad de la participación de Hernández, lo dieron el PRO y la UCR, los mismos que dicen estar en contra del alza de tasas y argumentan que al ser minoría no pueden hacer nada, pero cuando pueden hacerlo no lo hacen y son cómplices sistemáticos del caffarismo.
Si los mayores contribuyentes de Juntos no ocupaban sus bancas no habría habido aumento de tasas en Zárate.
¿Por qué ningún mayor contribuyente alertó la irregularidad de la situación? ¿Por qué no lo hizo ningún concejal?
¿Hay realmente una oposición dispuesta a hacer las cosas de otro modo o como en paso de comedia hay quien hace de bueno, quien hace de malo y quien no hace nada de nada?
