El presidente del CICACZ, Ing. Gabriel Cerasa reflexionó sobre el medioambiente y los desafíos a futuro

“Cualquier impacto ambiental positivo después de la pandemia deberá comenzar en gran medida por el cambio en nuestros hábitos de producción y consumo hacia modelos más limpios y sostenibles. Ese es el desafío”, destacó el Ing. Gabriel Cerasa, presidente del CICACZ al analizar la situación.

En el marco de la pandemia de COVID – 19 que en estos momentos está afectando al
planeta entero, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha
trabajado en la redacción y emisión de un comunicado en donde se solidariza con los
miles de millones de personas en todo el mundo que sufren el impacto de esta
pandemia.

Si bien el foco de trabajo desde este organismo hoy está puesto en resolver la realidad
sanitaria imperante, no se pierde de vista lo que será la situación posterior a esta crisis.
En un futuro y a medida que los gobiernos comiencen a aprobar paquetes de estímulo
para apoyar la creación de empleo, la reducción de la pobreza, y el desarrollo y el
crecimiento económico, deberán aprovechar estas oportunidades para avanzar hacia
inversiones amigables con el ambiente como la energía renovable, la vivienda
inteligente, las contrataciones públicas ecológicas o el transporte público, todo guiado
por los principios y estándares de producción y consumo sostenibles.

Día del Árbol Colegio Armonía (Foto: CICACZ)

En este marco el Ing. Gabriel Cerasa, Presidente del Comité Interindustrial de
Conservación del Ambiente Campana – Zárate (CICACZ), entidad suscripta la los
Principios del Pacto Global de Naciones Unidas, manifiesta que “la pandemia sin dudas
está causando dificultades inimaginables, que han modificado drásticamente nuestro
estilo de vida, teniendo esto consecuencias económicas y sociales profundas, aún
desconocidas”.

Sin embargo, y a medida que ingresemos en la etapa de dar respuesta, será muy
importante considerar las señales ambientales y lo que significan para nuestro futuro y
bienestar, y cómo nos adecuaremos a esta nueva etapa del mundo y su relación con el
medio ambiente.

El Ing. Cerasa suscribe lo expresado por Naciones Unidas en cuanto a que la mejora de
la calidad del aire o la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, son
sólo temporales, porque se derivan de una aguda desaceleración económica y un trágico
sufrimiento humano.


Día del Árbol Escuela N°8

“Cualquier impacto ambiental positivo después de la pandemia deberá comenzar en gran medida por el cambio en nuestros hábitos de producción y consumo hacia modelos más limpios y sostenibles. Ese es el desafío”, aseguró.


Sólo las transformaciones sistémicas a largo plazo podrán generar cambios de
significancia en la realidad ambiental de nuestro planeta. Será muy importante en un
futuro avanzar en el diseño de paquetes de estímulo económico, dando lugar a oportunidades reales de satisfacer la demanda con planes sostenibles de inversiones en
energía renovable, edificios inteligentes, transporte público limpio, entre otros.

A medida que el crecimiento comience a acelerarse nuevamente, será necesario ver
cómo el manejo prudente del ambiente puede ser parte de esta economía diferente que
debe surgir. Las finanzas y las acciones deberán impulsar empleos sostenibles, el
crecimiento amigable con la naturaleza y una forma distinta de vida, porque la salud de
las personas y la salud del planeta son una y la misma cosa, y ambas pueden prosperar
en igual medida.