¿Cómo influye el invierno en nuestra alimentación?

Se acercan los días fríos y las ensaladas, frutas, yogures y consumo de agua van perdiendo protagonismo en la mesa de los argentinos. Empiezan a aparecer los guisos, carnes estofadas, sopas y otras preparaciones que nos hacen subir la temperatura corporal pero también, en algunas ocasiones, aportan más calorías.

Lo ideal y recomendado por los profesionales de la salud es llevar un estilo de vida saludable, sostenido en el tiempo y que no fluctúe tanto como el clima de las estaciones del año. Para eso, es necesario adquirir poco a poco ciertos hábitos alimentarios que nos ayuden a mantenernos saludable de por vida.

Lo cierto es que la energía que nuestro organismo necesita para realizar sus funciones vitales, es la misma sin importar la estación del año, con lo cual si nos descuidamos y quedamos en casa presos del frío, sumado a que nuestra alimentación tiende a variar, estaremos llegando al próximo verano con unos kilos de más y es ahí cuando empieza este circulo vicioso de hacer dietas raras y extremas para bajar los kilos que nos dejó el invierno.

Los alimentos que solemos incorporar durante los climas más cálidos, son alimentos más frescos o livianos como ensaladas, wraps, sándwiches, frutas y yogures. Son alimentos de baja densidad energética, es decir que por gramo de alimento aportan pocas calorías a diferencia de los alimentos que tendemos a incorporar en el invierno, que son más energéticos como los guisos, chocolate y otros platos calientes que, en algunos casos, están rebalsados de calorías.

A continuación, algunos tips para combatir el frio, pero sin dejar de comer saludable, variado y nutritivo.

• Realizar actividad física durante el invierno (y durante todo el año) es uno de los factores claves para mantenernos saludables ya que los beneficios que nos deja la practica regular son infinitos: mejora la salud de los huesos, ayuda a normalizar los valores de presión arterial, disminuye los valores de colesterol y triglicéridos, previene el riesgo de padecer enfermedades crónicas como diabetes, obesidad, hipertensión, dislipemia y otras enfermedades cardiovasculares. Los días de buen clima se prestan más para salir a pasear, caminar o realizar actividades al aire libre, pero la llegada del invierno hace que las plazas y otros lugares recreativos no sean tan concurridos. Es verdad, en invierno cuesta más salir a movernos, pero no olvidemos que la recomendación de los profesionales es realizar al menos 30 minutos de caminata por día con lo cual, si sos friolento, la recomendación es que busques un gimnasio cerca de tu casa para seguir sumando pasos o que te abrigues bien y aproveches los días más soleados para salir a caminar. Seguro que cuando se entra en ritmo, el calor llega al cuerpo y el frio, ni se siente.

• En cuanto a los alimentos, es importante recordar que el consumo de frutas y vegetales nos aporta fibra, agua, e infinidad de vitaminas y minerales necesarias para nuestro organismo. Por eso, hay que aprovechar aquellos que son de estación para obtener los beneficios de un alimento mucho más sabroso, nutritivo y también económico. Las frutas de la época son la manzana, pera, kiwi y los cítricos como mandarina, naranja, pomelo y limón que nos aportan grandes cantidades de vitamina C, muy importante para prevenir resfríos y gripes típicas del invierno. En cuanto a las verduras, las de estación son zapallo, acelga, brócoli, espinaca, batata, papa, ajo, cebolla, puerro y repollo, pero encontramos un montón más que son de todo el año.

• A no ser que tu medico lo prescriba, no es necesario ningún suplemento vitamínico, ya que se pueden cubrir los requerimientos de vitaminas y minerales consumiendo variedad de frutas y verduras. Lo ideal es tener en el plato entre dos y tres colores de vegetales, para complementar vitaminas y minerales. Cuanto más colorida sea la alimentación, mayor cantidad de nutrientes incorporamos.

• Los vegetales no deben perder protagonismo nunca, por eso, te recomendamos que en los días de frio optes por opciones como vegetales grillados, sopas de verdura, soufflés, budines, vegetales al horno, puré, tortillas, terrinas, ensaladas tibias, guisos de legumbres y carnes desgrasadas, etc. Se debe tener presente que el plato, sea invierno o verano, debe contener un 50% de vegetales, con lo cual si se prepara un guiso, procurar tener en la heladera muchos vegetales como zapallitos, cebolla, calabaza, zanahoria, apio, puerro, espinaca, acelga y demás, para hacerlo rico y saludable.

El invierno nos lleva a comer ciertos alimentos que no solemos ingerir en otro momento del año, pero a veces esas opciones terminan siendo más pesadas y cargadas de calorías en exceso, que no necesitamos y almacenamos en nuestro organismo. En un abrir y cerrar de ojos, llegan los días cálidos y con ellos nos vamos sacando las capas de ropa que nos acobijaron durante la temporada más fría y es ahí cuando encontrando algunos kilitos de más, nos desesperamos y buscamos en los perfiles de Instagram o blog del momento, alguna dieta que nos salve.

Columna de opinión de la Dra. Virginia Busnelli // Fuente: Eikasía Comunicación Corporativa