El cáncer es una de las preocupaciones que ha llevado a los científicos a buscar respuesta de este problema

Durante la última década los científicos han realizado investigaciones para encontrar la respuesta al por qué no es bueno dormir con el celular al lado, además porque hay muchos mitos sobre los alcances de las ondas que transmite.

Una primera certeza de toda esta situación es que si al momento de descansar lo último en ver es el teléfono, esto si es un problema y genera complicaciones para dormir. La pantalla brillante y la generación de estímulos constantes, al ver contenido, hacen que el cerebro se active en un momento en el que necesita relajarse.

Lo mismo sucede si se tiene el celular al lado porque si se revisa al despertar por algún motivo durante la noche, esa luz va a generar movimiento en los ojos y en la actividad cerebral que genera que el cuerpo, sintiendo que la hora de dormir terminó.

En ambos casos las causas son interrupciones en el ciclo del sueño, poco descanso en la noche y problemas para volver a dormir. Así que aquí lo mejor es dejar el móvil lo más lejos posible para evitar la tentación de revisarlo.

Complicaciones para la salud

En lo relacionado con temas más allá del sueño, los usuarios siempre han estado preocupados por la radiación que generan los celulares debido a la transmisión de ondas de radio para comunicarse con redes móviles y de internet.

Sin embargo, estas ondas de radiación no son las mismas que las que se implementan en productos como los rayos X, por ejemplo, porque los campos electromagnéticos que genera el teléfono no pueden romper los enlaces químicos ni causar ionización, cargas químicas negativas, en el cuerpo.

Pero esto no aleja a los celulares de un posible peligro, porque en 2014 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) catalogó a los campos electromagnéticos de los smartphones como “posiblemente cancerígenos para los humanos”.

Los riesgos que evidenciaron están enfocados en el cáncer de cabeza y el de cuello, aunque la Sociedad Estadounidense del Cáncer asegura que es una problema difícil de estudiar, y quizás por eso la IARC no ha encontrado resultados más concretos en ya casi 10 años de investigación.

Por una vía muy similar apunta otro estudio reciente del Programa Nacional de Toxicología (NTP) de EE. UU. en 2018, que demuestra la dificultad para tener una respuesta clara, porque en la investigación no pudieron determinar el alcance de la energía de radiofrecuencia para causar cáncer y no incluyeron este tipo de radicación en la lista de exposiciones cancerígenas.

Así que en este momento los científicos no tienen claro el riesgo para la salud que representa el dormir con el celular a un lado, una situación que no tendría por qué ser diferente si el teléfono está en el bolsillo durante el resto del día como sucede con la mayoría de usuarios.

Fuente: Infobae