Día Latinoamericano de Prevención de Quemaduras: La transgresión, el principal factor de riesgo frente a las quemaduras

La Federación Latinoamericana de Quemaduras (FELAQ) eligió esta fecha en conmemoración de la creación de la Fundación Benaim, y del cumpleaños de su creador, el Dr. Fortunato Benaim, quien recientemente cumplió 102 años. Desde el 26 de octubre de 1981, la Fundación se ha dedicado a la asistencia, investigación, docencia y la concientización de la prevención de quemaduras.

“En esta época del año resulta imprescindible intensificar campañas de prevención de quemaduras: desafortunadamente a las causas comunes, se agregan la mala exposición a los rayos solares y en poco tiempo, al llegar las fiestas, el mal uso de la pirotecnia”, explica el Dr. Alberto Bolgiani, Presidente de la Fundación Benaim, institución especializada en el tratamiento de las quemaduras.

La transgresión como factor de riesgo

A partir de investigaciones y sondeos realizados por la Fundación Benaim con respecto a la adhesión de las conductas de autocuidado, los especialistas se preguntan por qué si las personas tienen presente lo que no deben hacer, no se tienen en cuenta las medidas de prevención al momento de llevar a cabo todas las acciones cotidianas que pueden ser riesgosas.

“Advertir sobre los peligros de pasar un semáforo en rojo o del mal uso de un solvente o de exponerse al sol a mediodía es inútil si no logramos operar sobre esa tendencia a la transgresión que se intensifica en el marco de lo social,  y que termina  atentando  contra nuestra  integridad. Porque el conocimiento de lo peligroso es necesario no pero suficiente. Y ésta es la base de nuestra línea de trabajo para  realizar programas de prevención primaria con posibilidades de éxito”, afirma Bolgiani.

Los niños, los principales afectados

“Si bien faltan estadísticas oficiales, los expertos estiman que en la Argentina aproximadamente 200.000 personas por año son víctimas de quemaduras, y la mitad de ellas (aproximadamente 100.000) son niños”, continúa Bolgiani.

Las quemaduras más frecuentes en niños son producidas por superficies y líquidos calientes (plancha, tapa del horno, asaderas calientes, electricidad, pavas y ollas con líquidos hirvientes, así como también infusiones calientes como té, café, mate, etc.)

Además, a medida que se acercan los meses de calor, deben agregarse las quemaduras producidas por la exposición a los rayos solares sin protección, y llegados a fin de año, las ocasionadas por el mal uso de pirotecnia.

¿Por qué se producen las quemaduras?

“La piel consta de dos capas: la epidermis, superficial, formada por varios estratos superpuestos, y que mientras está sana (sin lesiones) protege al cuerpo de infecciones y bacterias. Por debajo de ella se encuentra la dermis, que contribuye a mantener a la epidermis en buenas condiciones, permitiéndole regenerar sus células cuando agresiones leves las lesionan o destruyen”, explica Bolgiani.

Este equilibrio dermoepidérmico funciona como un verdadero laboratorio biológico en el que incesantemente y durante toda la vida, se producen intercambios químicos regulados por el sistema nervioso y las glándulas de secreción interna. En condiciones normales, todas estas variaciones metabólicas se mantienen en equilibrio dentro de límites fijados por este complejo sistema regulador, permanentemente atento a corregir cualquier desviación que tienda a perturbarlo.

“Cuando una quemadura destruye la arquitectura cutánea, el equilibrio se altera. Si la lesión es superficial (tipo A), destruye sólo las capas epidérmicas, que se regeneran en un plazo de entre 7 a 12 días debido a la capacidad reproductiva de las células no dañadas por la lesión, y el paciente cura sin dejar secuelas, es decir, cicatrices o alteraciones visibles. Si, en cambio, la quemadura es profunda, producida por agentes agresivos de gran intensidad como el fuego directo, inflamables u otros de igual naturaleza, o por el contacto prolongado con otros agentes, la destrucción de la piel es total y por lo tanto no hay posibilidad de recuperación espontánea”, explica Bolgiani.

A su vez, la gravedad de las quemaduras estará determinada por la relación entre su extensión y la profundidad: primer grado las más superficiales, segundo grado, y tercer grado las más profundas.

Piel en 3D, el desafío de poder contar con la piel del propio paciente en quirófano

Desde hace 40 años la Fundación del Quemado Fortunato Benaim es pionera en el desarrollo de la atención del paciente quemado en Latinoamérica con la instalación en la década del ’80 del primer banco de piel; del laboratorio de cultivo de células epiteliales en los ’90; y de la creación de un centro de excelencia para la asistencia de pacientes quemados en el Hospital Alemán de Buenos Aires a comienzo del siglo XXI.

Paradójicamente, la piel es el único órgano que no se puede trasplantar. “El desarrollo tecnológico ha contribuido a mejorar la calidad de atención de nuestros pacientes. Y en este momento tenemos en marcha un proyecto que comenzamos hace cinco años en colaboración con la Universidad de San Martín y una empresa privada de Córdoba: la investigación y desarrollo para la creación de una bioimpresora que pueda imprimir dermis y epidermis en quirófano a partir de las células del propio paciente y con la extensión necesaria, según sea el tamaño de la lesión. Esperamos poder comenzar con su uso al promediar esta década”, concluye Bolgiani.

¿Qué hacer frente a una quemadura?

  • Aplicar solamente agua fría o hielo (envolviéndolo en una gasa)
  • Proteger la zona con una gasa para evitar infecciones
  • No aplicar otros elementos (manzana, margarina, manteca, aceite, tomate, ungüentos, dentífrico, etc.)
  • Si se formaran ampollas, nunca reventarlas
  • Consultar en forma inmediata a un médico especialista en quemaduras.

Consejos para evitar quemaduras

  • Evitar derrames de sustancias calientes
  • No cocinar, beber o llevar bebidas o alimentos calientes mientras se tiene a un niño a upa
  • Mantener líquidos y alimentos calientes lejos de los bordes de mesas y mesadas
  • No usar manteles que los niños pequeños puedan tironear
  • Controlar la temperatura del agua del baño antes de poner a los niños en la bañera
  • Bloquear el acceso a estufas o cocinas mientras están en uso
  • Mantener elementos que generan calor (planchas de la ropa o el pelo, por ejemplo), fósforos y encendedores fuera del alcance de los niños
  • Probar la temperatura de los alimentos antes de dárselo a los niños pequeños
  • Cubrir tomacorrientes y mantener cables fuera del alcance de los niños
  • Elegir telas resistentes al fuego. Y para colchones y pijamas, verificar que cumplan con normas de inflamabilidad
  • Prestar atención al manipular combustibles, líquidos inflamables y alcohol
  • Jamás avivar el fuego con líquidos inflamables
  • No exponerse a los rayos solares entre las 12.00 y las 15.00 y utilizar siempre protección solar
  • Al usar pirotecnia: hacerlo en lugares despejados, alejados de las viviendas; los niños siempre deben estar acompañados por mayores; nunca usar elementos de fabricación casera o comprados en negocios que no estén autorizados; no apuntar en dirección hacia otra persona; nunca usar más de un producto a vez