En español este concepto significa “inflar y soltar” y aplica a las acciones, puesto que implica hacer que suba el valor de una acción, para luego venderla.

En español el concepto “Pump and dump” significa “inflar y soltar” y aplica a las acciones, puesto que implica hacer que suba el valor de una acción, para luego venderla. La forma de subir el precio de la misma es creando campañas de marketing o contratando a influencers para que comenten sobre la acción de una empresa en específico.

Cuando la audiencia observa que un ídolo de la música o del entretenimiento habla bondades de ciertas acciones, muchos pueden motivarse a invertir en ella, logrando así que el precio de la acción suba. El inconveniente es que dicha subida no suele mantenerse a largo plazo, sino que es un alza temporal, de la cual se pueden aprovechar quienes las hayan hecho subir, mediante la venta de la acción, justo antes de que se desplome.

En los últimos meses se ha observado que varios famosos han utilizado sus perfiles en redes sociales para darle promoción a compañías de dudosa reputación, con el fin de mejorar su imagen y hacer que la percepción pública de las mismas mejore. Las firmas transnacionales suelen escapar de esta realidad, porque por lo general tienen muchos años trabajando en la bolsa y ya se han consolidado como empresas sólidas.

¿Qué medidas se han tomado al respecto?

En diversas páginas web existe la obligación de que los famosos reporten si les han pagado por dar los consejos financieros que muestren en pantalla. A veces se observa que utilizan argucias como justificar que lo que dicen solo es con fines de entretenimiento, pero en el entorno financiero, no se debe tomar a la ligera ningún tip.

Recordemos que en ocasiones surgen rumores como etoro estafa y a las empresas les toca desmentir las acusaciones; una situación que no es cómoda ni para la empresa ni para el público en general. En todo caso, son actividades que manejan los especialistas en la opinión pública. Entre otros asuntos, algunos países han empezado a implementar la solicitud de certificaciones para todo aquel que quiera dar consejos de finanzas, ya sean de inversiones de acciones, del mercado inmobiliario o cualquier otro tema vinculado a la economía. El consumidor debería formarse un criterio para poder distinguir entre las personas que den consejos basados en teorías y hechos, y los demás que solo emiten mensajes pagados por campañas de publicidad.

¿Qué tan extendida es esta práctica?

En la actualidad se han documentado cientos de casos en pocos meses, lo que demuestra lo mucho que se ha realizado esta acción. En este artículo se pueden encontrar ejemplos de varias personas que lo han realizado y cómo les ha afectado. A su vez, también existen anónimos que opinan sobre temas de acciones, lo que puede agregar ruido a la conversación, y complicar aún más la detección de consejos válidos y de provecho.

Al mismo tiempo, es probable que algunas personas reconocidas recomienden un servicio de buena fe, pensando que se adhiere a los más altos estándares internacionales, y terminar siendo parte de una estrategia publicitaria que los deje mal parados.

No es fácil saber si alguien actúa de buena o mala fe; aparte de que el beneficio de la duda siempre debe existir. Por último, es prudente comentar que por internet existen foros con diversas informaciones, las cuales pueden llegar a ser contradictorias. Lo ideal es revisar la apreciación de expertos que hayan estudiado el tema y demuestren buenas referencias con sus clientes. Es gratis ingresar a una página web, expresar lo que se piensa de un tema y publicarlo, lo cual hace que se aprecie aún más cuando verdaderos especialistas otorgan datos fidedignos.