En exclusiva para EL DEBATE de Zárate, los medicos Dr. Juan Jesús Mazzeo (MN 126305), especialista en cirugía de columna vertebral y su colega la Dra. Daniela Medina (MN 180359) Fellowship en cirugía de columna, ambos profesionales del Hospital Alemán, nos adelantan el título de la presente entrega periodística científica “4 de cada 10.000 bebés tienen espina bífida, una malformación que puede detectarse durante el embarazo” ya que aseguran que “En nuestro país, 4 de cada 10.000 bebés nacidos vivos tienen espina bífida, un defecto del tubo neural (DTN), malformación que puede diagnosticarse durante el embarazo o tras el nacimiento del bebé“.

La espina bífida es un defecto en la columna vertebral, la encargada de proteger la médula espinal que al no formarse y ni cerrarse como debería, produce un daño en la médula espinal y los nervios. Los defectos del tubo neural se originan de manera temprana durante el embarazo como consecuencia de la falla en su cierre, situación que puede llevar a la muerte o discapacidad. Esta malformación suele ser evidente en el nacimiento.

La espina bífida puede diagnosticarse durante el embarazo mediante análisis de sangre en la madre, ecografía o amniocentesis, o tras el nacimiento del bebé.

Tipos de espina bífida

La espina bífida oculta: es el tipo más leve, en este caso la espina bífida está “escondida”. Hay un pequeño hueco en la columna, pero no hay una abertura ni un saco en la espalda, y la médula espinal y los nervios suelen ser normales. Muchas veces se detecta en la niñez avanzada o la adultez. Ese tipo de espina bífida no suele provocar discapacidades. Es necesario prestar atención en caso de que el bebé presente una zona de piel con pelo o un hoyuelo en la espalda.  El médico puede usar estudios por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computadas, para ver la columna y los huesos de la espalda con mayor claridad.

Meningocele: en este caso, un saco de líquido sale a través de una abertura en la espalda del bebé. Pero en dicho saco no se encuentran elementos nerviosos. Este tipo de espina bífida puede provocar discapacidades menores.

Mielomeningocele: Es el tipo más grave de espina bífida. Con esta afección, un saco de líquido sale a través de una abertura en la espalda del bebé. Parte de la médula espinal y los nervios están en ese saco y presentan daños. Este tipo de espina bífida provoca discapacidades graves, como problemas que afectan la forma en que se va al baño, incapacidad para mover las piernas, o pérdida de sensibilidad en las mismas o en los pies. El manejo óptimo de los pacientes con mielomeningocele incluye el diagnóstico prenatal oportuno, un seguimiento pre y posnatal adecuado y en casos seleccionados, la cirugía fetal puede ser una opción2.

Hoy en día que se puede reducir el riesgo de tener un bebé con espina bífida mediante cuidados prenatales, como la suplementación con ácido fólico diario en el primer trimestre de embarazo3, control de afecciones médicas y prevención de la fiebre en la embarazada.  Si bien no se conocen todas las causas de la espina bífida, se considera que tienen un rol importante los genes y el medio ambiente.

En algunos casos, la discapacidad por espina bífida puede llegar a ser mínima o indetectable: en otras, tienen una limitación del movimiento o de ciertas funciones, o incluso pueden tener parálisis. Aun así, con la atención indicada, la mayoría de las personas con espina bífida pueden crecer y tener vidas plenas y productivas.