Tomás Bidonde dijo que vio cuando Thomsen le pegó “dos puntinazos en la cabeza” a Fernando. Un joven que se encontraba en el boliche “Le Brique” de Villa Gesell el 18 de enero de 2020 y presenció el ataque afuera contra Fernando Báez Sosa aseguró hoy, al declarar en el juicio por el crimen, que vio cuando Máximo Thomsen le pegó “dos puntinazos” en la cabeza a la víctima mientras estaba en el suelo y apuntó a Ciro Pertossi como otro de los agresores que lo golpeó “en la espalda y costado” también en el piso.

Juicio por Báez Sosa: un testimonio que sería clave para condenar a Thomsen
Tomás Bidonde. (Archivo)

En la cuarta jornada del juicio que se desarrolla ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 1 de Dolores y que tiene sentados en el banquillo de los acusados a ocho rugbiers -quienes hoy por primera vez se presentaron en la sala sin barbijo- también brindó su testimonio una joven que confirmó haber escuchado cuando uno de los atacantes decía “me lo voy a llevar de trofeo”, en referencia al estudiante de abogacía, al que entretanto golpeaba.

El primero en declarar este jueves fue Tomás Bidonde, quien describió la escena en la que ubicó a Thomsen (23) al momento del ataque: “Cuando lo veo de frente, está pegando, golpeando al chico que después fallece, y recuerdo que ya casi al final le pega dos patadas en la cabeza, como puntinazos, y después recuerdo que lo agarra de la cabeza y le vuelve a dar dos o tres patadas.”

El joven mencionó luego que Ciro Pertossi (22) también goleó a Fernando “en espalda y costado” cuando estaba en el piso, en la primera referencia puntual a este acusado por parte de un testigo desde el inicio del juicio.

Aunque no precisó sus nombres, señaló que al menos otros dos agredieron también a Báez Sosa frente al boliche: “A Fernando veo que le pegan cuatro, en principio”.

Por pedido de la defensa, a cargo del abogado Hugo Tomei, Bidonde dibujó un croquis que exhibió ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari, y en el que precisó la secuencia en la que vio de frente a “Fernando, de rodillas intentando sujetar los golpes” y detalló dónde estaban algunos agresores de la víctima.

También detalló dónde se encontraban quienes atacaron a los amigos de la víctima, entre quienes identificó al imputado Ayrton Viollaz (23) y a otro de “rodete samurai”, en presunta referencia al acusado Matías Benicelli (23).

Además, declaró que “lo más llamativo” de la escena “era la agresividad del chico que le pegaba en la cabeza”, a quien vio previamente cómo “lo tuvieron que sacar entre dos del boliche” y consideró que era “el líder” del grupo.

Luego brindó su testimonio Tatiana Caro, quien presenció el ataque mientras se encontraba en el bar “Beerland”, ubicado junto a “Le Brique”, y dijo que Fernando “estaba parado y le pegaron de atrás”, y que recibió “un golpe en la cabeza”.

Señaló que, tras ser derribado, el joven intentó levantarse, pero no pudo hacerlo porque “nunca pararon de pegarle”, y puntualizó que un “chico rubio” que vestía “camisa oscura” siguió “pegándole patadas en el cuerpo”.

“Le estaban pegando como a una bolsa de papas”, dijo e identificó como uno de los agresores a uno de los Pertossi (además de Ciro están imputados Luciano -21- y Lucas-23-), aunque sin preciar el nombre.

Tal como había declarado en el inicio de la investigación, la joven dijo que escuchó a uno de los que golpeaba a Fernando decir a otro miembro del grupo “quedate tranquilo que me lo voy a llevar de trofeo”.

Caro declaró visiblemente afectada al recordar el hecho, y su testimonio conmovió a los padres de la víctima en la sala.

Otro testigo, Marcos Acevedo, un taxista que se encontraba en su auto frente al boliche al momento del ataque, dijo que observó a Fernando tomando un helado tras ser expulsado del boliche y que en ese momento vio salir a otro grupo del local, uno de cuyos integrantes estaba “totalmente exaltado, fuera de sí”, y que luego esos jóvenes “cruzan la calle” tras reconocer a la víctima y “van derecho” hacia ella.

“Empiezan a pegarle sin mediar palabra”, declaró el testigo y dijo que “no hubo piedad” y que le gritaban “negro de mierda, ahora que estamos afuera por qué no me decís lo que me decías adentro”.

Aseguró, además, que por el impacto que le produjo “la brutalidad del hecho”, no volvió a manejar el taxi.

Acevedo fue el único testigo que miró a la cara a los imputados en un momento de su declaración, y tras la audiencia dijo a Télam que “quería que sintieran la mirada de la sociedad”, aunque ellos “no miraron”.

Luego del mediodía declaró Virginia Pérez Antonelli, una joven que asistió con maniobras de reanimación cardiopulmonar a Fernando cuando salió a la calle y vio la pelea.

A partir de preguntas del defensor, la testigo aclaró que no es enfermera, pero que había realizado cursos sobre ese tipo de maniobras en la Cruza Roja, y que guió a un grupo de policías que intervinieron tras el ataque.

En cuanto a la escena que presenció antes de intervenir dijo que escuchó “muchos gritos de ´dale, dalé´, que eran acompañados de golpes” y que, en un principio, “no sabía que había un chico tirado”, pero que sí vio como le pegaban a un amigo de él, Tomás D´Alessandro, entre dos autos estacionados.

“No paraban un segundo”, dijo Virginia y agregó que uno de los agresores “en particular era una bestia”.

Ante la insistencia del defensor Tomei sobre el tipo de maniobras de reanimación realizadas, la chica le respondió que “es mejor tener a una persona con una costilla rota y viva que a una persona muerta”, y aseguró que sostuvo la cabeza de Fernando para evitar lesiones en la columna mientras lo asistían en el suelo.

Al concluir su testimonio, la joven se abrazó con los padres de Fernando, Graciela Sosa Osorio y Silvino Báez, y los tres lloraron juntos.

Mientras que por la tarde declararon tres civiles, entre ellos, el kiosquero Sebastián Saldaño, quien aseguró que el ataque “fue golpear hasta que no se levantara más” e identificó a Thomsen como quien le dio “una patada en la cabeza”.

Por último, brindaron sus respectivos testimonios tres policías bonaerenses que confirmaron que no había presencia policial frente a “Le Brique” al momento del ataque porque, en el mismo momento, todos ellos intervenían en un incidente que se registraba en otro sector lindero al boliche.

Al finalizar la audiencia, el abogado Burlando dijo a la prensa que los testigos hablaron de una “violencia inusitada” sufrida por la víctima, a quien los imputados lo tuvieron “al acecho, esperaron el momento” y “mataron brutalmente” en un hecho que tildó como “una matanza en malón”.

En el banquillo de los acusados también están Enzo Comelli (22) y Blas Cinalli (21), quienes conformaban el mismo grupo de amigos que el resto de los rugbiers imputados.

(DIB)