LA SALUD ZARATEÑA ESTÁ A LA DERIVA

Por Eduardo Rivas – La secretaria de Salud municipal Fiorella Scafati no aparece mucho en público ni da la cara para dar las explicaciones de lo que sucede en la Secretaría que conduce, y viendo la penosa conferencia de prensa que dio ayer queda en claro por qué no lo hace. Porque no está a la altura de las circunstancias.

Custodiada por Ariel Ríos, que no se entiende qué hacía ahí si forma parte de otro Departamento del Gobierno Municipal, dijo poco y lo que dijo es más que preocupante. Lo único que puede justificar la presencia del exintendente putativo es el oficiar de corrector en caso de que Scafati dijera algo inconveniente, pero lo dijo y Ríos calló cómplicemente. Por ejemplo, cuando mencionaron que están pensando en reabrir las salas de primeros auxilios barriales, algo que ya había prometido Medina, también con Ríos de custodio, y que el Gobierno nunca cumplió. El tiempo demostró que los anuncios de entonces eran un golpe de efecto y no un golpe de timón.

Dijo además otras cosas preocupantes Scafati, como que ya habían incorporado médicos para trabajar en las guardias, y es preocupante porque la convocatoria se hizo pública el pasado 26 de noviembre, y menos de una semana después ya informan que se incorporaron médicos a la plantilla municipal. A todas luces son mentiras y es puro relato. O la convocatoria fue previa y recién se blanqueó el 26 o aún no se incorporaron los galenos porque el tiempo transcurrido no alcanza siquiera para las entrevistas de rigor y los estudios pre laborales de ley.

Pero lo más preocupante es lo que Scafati no dijo.

Nada mencionó respecto a que el presupuesto para Salud en la Municipalidad de Zárate en 2023 será un 52,8% más que el que rige en 2022. Este incremento es notoriamente inferior a la inflación acumulada durante el año, por lo que, en la práctica, y pese al incremento, el área de Salud recibirá el próximo año menos dinero que este… y mientras tanto Scafati calla cómplicemente. Además, y pese a lo escaso del incremento en gasto de personal, en 2022 éste representaba el 56,2% del total del presupuesto del área… el próximo año si se aprueba este proyecto de presupuesto, pasa a ser el 69,4%, por lo que si los recursos e insumos eran escasos en 2022, en 2023 lo será mucho más. Y peor aún, nada dijo acerca del reparto del dinero al interior de la Secretaría que conduce que, tal como vamos a exponer, es sumamente preocupante.

En opinión de la secretaria Scafati tras la pandemia la sociedad tiene cada vez menos obras sociales, prepagas y demás, entonces se vuelca todo a la salud pública, dato del que desconocemos el sustento analítico para sostenerlo y que parece más un dato tirado al boleo que de un análisis profundo en la materia. Pero aun tomando por válido lo enunciado por Scafati, no se entiende entonces por qué la caída presupuestaria de su Secretaría… eso no lo explicó.

Como tampoco explicó por qué el Hospital Intermedio Municipal Dr. René Favaloro tiene un presupuesto en 2023 un 47,8% menor, en términos absolutos, que el que tuvo durante el año en curso. Realidad que se replica en la Unidad Sanitaria de Barrio Bosch, con un presupuesto de 57,8% menos, la Unidad Sanitaria FONAVI, con 45,4% menos de presupuesto o la Unidad Sanitaria de Villa Angus, con una reducción del 43% en su presupuesto.

Ni siquiera explicó por qué la Unidad Sanitaria Aurelio Aleotti de Lima tiene un incremento presupuestario del 99,2%, la Unidad Sanitaria COVEPAM un 557,3% y la Unidad Sanitaria San Martín de Porres 643,3%. Sí, en 2023 el Intendente Cáffaro y la secretaria Scafati pretenden asignar más dinero a la Unidad Sanitaria San Martín de Porres que al Hospital Intermedio Municipal Dr. René Favaloro, $ 12.129.400,00 para ser más preciso. Pero eso no lo explicó Scafati ni se lo preguntaron. ¿Alejandro Cracco, titular de la Comisión de Salud del Concejo Deliberante pedirá la presencia de la secretaria para que explique en el recinto y ante todos los concejales el porqué de semejante disparate? Si Scafati fuera, cosa que descontamos no ocurrirá, podrían aprovechar los concejales para preguntarle por qué le miente a los vecinos, ya que mientras ella decía en conferencia de prensa que en el Hospital Intermedio Municipal se estaba vacunando contra el COVID-19, el personal del nosocomio le comunicaba a los vecinos que no contaban con vacunas.

A las claras está que Scafati no tiene idea de cómo conducir una Secretaría, no tiene idea de lo que ocurre en la Secretaría de Salud de Zárate y, mucho menos, lo que ocurre en la salud zarateña y dada la información que aquí compartimos, pareciera que ni siquiera sabe lo que el Intendente Cáffaro pretende de la salud local. ¿Cuántas veces a la semana se sentará Scafati a hablar con el Intendente? ¿Se sentará Scafati a hablar con el Intendente? ¿Tendrán diálogo para discutir qué acciones emprender en el área?

La salud zarateña está a la deriva, y a quien quieren presentar como capitán del barco no le da ni para grumete.

¿Qué dirá al respecto el Círculo Médico local, que supo acompañar al Intendente Cáffaro ubicando a su entonces presidente Marcelo Schiavoni como Secretario del área?

¿Todo seguirá en silencio cómplice como hasta ahora?