Un estudio de la FAUBA advirtió sobre los niveles de materia particulada en los alrededores del Centro de Reciclaje de Villa Soldati, en relación con otros sectores del barrio, aunque también valoró el trabajo que se realiza ahí para el tratamiento de materiales de la construcción y demoliciones. ¿Cuáles deberían ser las medidas de mitigación para evitar que afecten la salud de los vecinos?

La Ciudad de Buenos Aires cuenta con diferentes plantas de reciclaje de residuos sólidos, pero sólo una dedicada al tratamiento de residuos de construcción y demolición, ubicada en Villa Soldati, donde se procesan unas 3.000 toneladas diarias de escombros, con un impacto sobre la calidad del aire que respiran los vecinos. Un trabajo de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) advirtió que en las zonas cercanas a este lugar se hallaron mayores niveles de material particulado que en otras sitios del barrio donde se encuentra la planta. Para su mitigación, se recomendó aplicar una serie de medidas que incluyen la creación de áreas buffer y mejoras en circulación de los camiones que transportan escombros.

“El Centro de Reciclaje constituye una pieza clave del sistema de gestión de residuos ya que procesa más del 40% de los residuos generados en la Ciudad de Buenos Aires, evitando que vayan a disposición final y transformándolos nuevamente en recursos”, afirmó Emilia Giustiniani en su investigación, realizada para obtener el título de licenciada en Ciencias Ambientales de la FAUBA, bajo la dirección de la docente María Semmartin. No obstante, señaló: “Los resultados de las mediciones realizadas y de las encuestas demuestran que la zona cercana al Centro de Reciclaje es una de las más afectadas del área de estudio y presenta oportunidades para actuar hacia una mejor gestión de los residuos”, agregó.

El 81% de los vecinos consultados durante la realización de este trabajo consideró que estado del barrio de Villa Soldati es regular o muy sucio. La peor percepción se registró en la zona aledaña al Centro de Reciclaje, principalmente por la falta de barrido, veredas rotas y heces de perros. Del 70% de los encuestados que conocía de la existencia del Centro, el 60% lo valoró de manera negativa. Ante esta percepción de la comunidad, Giustiniani se abocó a realizar estudios de contaminación atmosférica y aplicó un índice de higiene urbana, similar al que implementa el Gobierno porteño en toda la Ciudad, para luego proponer eventuales mejoras.

“Mediante el estudio de aire, encontramos mayores niveles de materia particulada en las zonas cercanas al Centro y a las avenidas Perito Moreno, Varela y Cruz. Estos resultados guardaron relación con la percepción de los vecinos y las actividades que se realizan en el Centro, relacionadas con el procesamiento del material de construcción y demolición”, dijo Giustiniani, aunque aclaró que este mayor nivel de polvo en el aire también se vincula con el tránsito, puesto que la planta de reciclaje recibe entre 800 y 1000 camiones diarios con material de construcción y demolición, sumado a una gran cantidad de autos, motos y otros vehículos de gran porte que circulan por la Avenida Varela.

“Los valores de material particulado en las zonas Avenidas y Centro fueron casi el doble de los registrados en la zona Recreativa y aproximadamente el triple de los de la zona Residencial”, detalló Giustiniani.

Indicadores de limpieza

El trabajo de la FAUBA también incluyó la aplicación de índice del estado de la higiene general, relacionado con el mobiliario urbano (según el estado de contenedores y campanas verdes), basura dispersa, presencia de hojas y heces de animales en las calles. Este tipo de índices, con diferentes variantes, también se miden en otras ciudades del mundo como Nueva York y Madrid, por ejemplo.

El Índice de Limpieza medido en la tesis presentó un valor promedio de 59 puntos, un resultado similar al arrojado por el Índice de Calidad y Limpieza medido por el Gobierno de la Ciudad, que se ubicó en 58,25 para el barrio de Soldati. No obstante, en el trabajo de Giustiniani se observaron los valores más bajos de desempeño en la zona del Centro de Reciclaje (52). Las cifras guardan una distancia importante respecto de las registradas por la administración porteña para el conjunto de CABA (66) y aún mayor en relación a los barrios mayormente ubicados en el norte de la ciudad, como Belgrano, Palermo, Recoleta, Colegiales y Núñez, que muestran valores promedio de 80, por sus mejores condiciones de limpieza.

Propuestas

Según los resultados de la tesis, se habría recabado un conjunto de evidencias ambientales que sugieren que el Centro de Reciclaje es una causa importante del deterioro del ambiente, y por lo tanto se necesitan poner en práctica medidas de mitigación.

En primer lugar, la tesis propone reordenar del tráfico vehicular para crear una mayor área de amortiguación entre el Centro de Reciclaje y el barrio. También se recomienda generar barreras de vegetación en los alrededores del Centro y lonas protectoras sobre los camiones para disminuir los niveles de polución en el aire, una medida que empezó a regir a partir del esquema de trabajo en cuarentena. Además se sugiere poner en marcha un sistema de monitoreo con seguimiento instantáneo del material particulado en el aire, y un plan de acercamiento de los vecinos a la planta de tratamiento, que permita poner en valor el trabajo que allí se desarrolla.

Por: Juan M. Repetto